
Gliomas
Gliomas, el reto quirúrgico de la era molecular.
Los gliomas son tumores primarios del sistema nervioso central que se originan de las células gliales, que son un tipo de célula que brinda soporte, nutrición y protección a las neuronas. Estos tumores representan aproximadamente el 30 % de todos los tumores cerebrales y cerca del 80 % de los tumores malignos primarios del cerebro. Debido a su localización y características biológicas, los gliomas requieren un enfoque diagnóstico y terapéutico altamente especializado.
¿Qué son los gliomas?
Las células gliales se dividen en diferentes tipos, como los astrocitos, oligodendrocitos, células de la microglía y células ependimarias. Cuando alguna de estas células comienza a dividirse de manera descontrolada, puede dar origen a un glioma. Estos tumores pueden aparecer en diversas zonas del cerebro o la médula espinal, y su comportamiento varía de acuerdo con su grado de agresividad y velocidad de crecimiento.
Clasificación de los gliomas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica los gliomas en grados del I al IV, dependiendo de su nivel de malignidad. Los gliomas de bajo grado (I y II) suelen crecer lentamente, mientras que los de alto grado (III y IV) son más agresivos y tienden a crecer con rapidez.
Astrocitomas
Se originan en los astrocitos. Entre ellos, el glioblastoma multiforme (grado IV) es el más agresivo y frecuente en adultos. En contraste, el astrocitoma pilocítico (grado I) es más común en niños y presenta un pronóstico más favorable.
Oligodendrogliomas
Derivan de los oligodendrocitos, que forman la mielina. Son gliomas de crecimiento lento que pueden presentar mutaciones genéticas específicas (como 1p/19q) que influyen en su respuesta al tratamiento y en su evolución clínica.
Ependimomas
Provienen de las células ependimarias, que recubren los ventrículos cerebrales y el canal central de la médula espinal. Pueden presentarse en cualquier grupo etario y su tratamiento depende de su localización y grado histológico.
Gliomas mixtos
Incluyen más de un tipo celular, como los oligoastrocitomas. El tratamiento de estos casos depende de la proporción de cada componente y de su comportamiento clínico.
La clasificación moderna de los gliomas se basa no solo en la histología, sino también en biomarcadores moleculares, de acuerdo con la Clasificación de Tumores del SNC de la OMS 2021.
Diagnóstico
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Cuadro clínico: Los síntomas y signos varían de acuerdo con la localización y el grado del tumor. Los más frecuentes son la cefalea progresiva, convulsiones, déficits neurológicos focales, alteraciones cognitivas o de personalidad, náusea y vómito (por aumento de la presión intracraneal).
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Neuroimagen inicial: El estudio de elección es la resonancia magnética con gadolinio, que debe incluir esencialmente las secuencias T1, T2, FLAIR y difusión. También pueden emplearse técnicas avanzadas como perfusión, espectroscopía y tractografía.
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Biopsia o resección tumoral: Permite establecer un diagnóstico molecular y grado histológico.
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Estudios moleculares recomendados:
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IDH1/2
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ATRX, p53, TERT
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1p/19q
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MGMT metilado (en GBM)
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Opciones de tratamiento
El manejo de los gliomas requiere un enfoque multidisciplinario que puede incluir:
Cirugía
Es el paso clave. El objetivo es la máxima resección segura para reducir el volumen del tumor y obtener un diagnóstico histopatológico y molecular. Para tal finalidad se puede hacer uso de tecnología como la neuronavegación asistida por imagen, cirugía en paciente despierto con mapeo cortical para preservar lenguaje y función motora, fluorescencia para diferenciar tejido tumoral de tejido sano, entre otros.
Radioterapia
Se utiliza para destruir células tumorales remanentes después de la cirugía o como tratamiento principal en tumores inoperables. Su aplicación debe ser cuidadosamente planificada para minimizar el daño a las estructuras cerebrales sanas.
Quimioterapia
Consiste en la administración de fármacos que destruyen o inhiben el crecimiento de células tumorales. La temozolomida es uno de los medicamentos más utilizados, especialmente en glioblastomas.
Terapias dirigidas e inmunoterapia
Algunos gliomas presentan alteraciones genéticas específicas que permiten el uso de terapias dirigidas. La inmunoterapia también está en fase de investigación y ha mostrado resultados prometedores en ciertos casos.
Rehabilitación neurológica
Tras el tratamiento, algunos pacientes pueden requerir apoyo en la recuperación de funciones neurológicas mediante terapia física, ocupacional o del lenguaje.
Pronóstico
El pronóstico de los gliomas varía considerablemente según el tipo, el grado, la localización del tumor y el perfil molecular. Aunque algunos gliomas tienen una evolución más favorable, los de alto grado pueden requerir tratamientos continuos y seguimiento estrecho.
Sin embargo, gracias a los avances en técnicas quirúrgicas, tratamientos personalizados y tecnologías de neuroimagen, cada vez es posible ofrecer un mejor pronóstico, prolongar la supervivencia y, sobre todo, mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La atención especializada marca la diferencia:
En la actualidad, el tratamiento de los gliomas no es “uno solo para todos”. Las decisiones se personalizan según el tipo de tumor, su comportamiento biológico y los marcadores genéticos que los identifican. El apego a las guías médicas más actualizadas, donde la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden combinarse estratégicamente, ofrece una mayor supervivencia y una mejor calidad de vida.
Recibir el diagnóstico de un glioma es, sin duda, un momento difícil. Se requiere de un médico especializado que guíe la toma de decisiones que deben realizarse en poco tiempo. Por ello, una evaluación precisa, un plan de tratamiento oportuno y personalizado, y una guía clara en cada paso son fundamentales para enfrentar esta enfermedad con mayor seguridad y confianza.
Como experto en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, estoy aquí para ayudarte. Si tú o un ser querido está atravesando por esta situación, agenda una consulta.
